sábado, 29 de diciembre de 2012

El camion de Manuel


Aquella tarde, como otras muchas, crucé el paso elevado que separa mi urbanización y la gasolinera y area de servicio donde paran tantos camioneros a repostar y descansar y me llevé una grata sorpresa.
Como os comenté en la introducción aquella tarde me guardaba un rato delicioso, aun hoy lo recuerdo y los nervios me pueden y el calor invade mi cuerpo. 

Serian las 4 de la tarde cuando crucé el paso elevado para ir a la gasolinera de enfrente de casa, era el unico sitio donde podia comprar cosas para el hogar sin tener que desplazarme o tener que coger el coche para ello. La tarde era luminosa, la temperatura no era excesiva pero en verano y tras el almuerzo mi urbanización se sumia en el más absoluto silencio, muchos dormian la siesta y otros trabajaban. Al llegar a la gasolinera la tranquilidad era inmensa, antes de comprar me di una vuelta por donde aparcan los camioneros tras repostar, habia dos camiones. En el primero no habia nadie, en el segundo un camionero fuera del camion andaba trajinando. 

Me dirigi hacia el servicio que alli tienen y me puse a orinar, aun no habia terminado cuando un hombre de mediana edad, despues me di cuenta que era el camionero que habia visto momentos antes, se puso en el otro urinario y sin atreverme a mirarlo descaradamente oi el chorro de su orina contra la loza, me excitó aquel sonido. El corazon me latió mas rapidamente y empecé a mirar de soslayo, el tio parecio darse cuenta que era observado porque se retiró un poco y pude ver el chorro de su orina y parte de su polla flacida, habiamos terminado de orinar y seguiamos en la misma posicion. 

Sin abrocharse se dirigió a un retrete y pensé que ahi habia acabado todo, me abroché y me dispuse a salir de alli, su puerta se mantenia abierta de par en par y vuelto hacia mi me enseñaba su orondo rabo, miré a un lado y otro y me meti en aquel minusculo cuarto con él, tras cerrar la puerta y mientras con una mano me buscaba un pezon con la otra me acaricio el culo, despues dejo de hacerlo y me subio la camiseta, mi pezon ya duro y excitado recibio un mordisco que me hizo suspirar, tras esto me agarró por la nuca y haciendo fuerzas, aunque yo no me resisti, me llevo a su entrepierna, unos slips blancos de algodon guardaban su tesoro y su olor, era una mezcla de sudor, orina y liquido preseminal, cerré los ojos y dejé que su aroma me envolviera mientras refregaba sus calzoncillos de macho por toda mi cara, no se el tiempo que estuvimos asi pero mi mente pedia a gritos su polla en mi boca, saborear su masculinidad, chupar sus huevos peludos, sentir sus embestidas dentro de mi boca humeda. 

Me agarró por la barbilla y me subio hasta ponerme de pie, me miró a los ojos y me dijo un sencillo y contundente: sigueme. Se terminó de abrochar y salio del cuarto de baño y salio fuera al parking y se dirigio a su camion, lo abrio y se metio dentro, hice lo mismo y me vi en una cabina amplia y fresca, el aire aconcionado se encargaba de ello. Se froto el paquete y se metio detras de los asientos, alli en una cama no muy ancha se echó y se empezó a desnudar, mientras yo observaba todo muy excitado, era peludo y algo de barriguita tenia pero era terriblemente masculino y sexi, me agarró de la mano y me llevo a su lado, me quite los zapatos y decidi dejarme llevar, ser su trofeo, que él mismo me dijera que hacer, habia una connotacion dominante en su actitud y decidi perderme en ella. 

El me dijo: chupame todo, no dejes nada sin chuparme, cabron y asi lo hice, todo su cuerpo paso por mi lengua y mi boca, chupé sus pies anchos y peludos, lo oí gemir mientras metia mi lengua entre sus dedos, mientras chupaba su dedo gordo, mientra chupe su planta aspera y casi sudorosa, despues fui subiendo por sus piernas y se las abri hasta colocarmelas sobre los hombros y hundi mi lengua en su culo, se puso en cuatro y succione su ano, meti mi lengua en su cavidad, me gustaba dar placer a ese tio, sentir su respiracion agitada era vital para mi, tras eso me centré en sus axilas.No se el tiempo que estuve devorandolo entero pero mi cuerpo le pertenecia y quise que mordiera de nuevo mis pezones, siempre que lo hacen pido a gritos que me follen, que me usen, que me partan en dos. 

Casi timidamente se lo pedi: muerdeme los pezones, muerdemelos! y lo hizo con fruiccion, con el hambre de un novato pero con la sabiduria de un consumado amante, mordí mi labio inferior por no gritar: su barba de dos dias me erosionaban mis pezones duros, sus dientes me mordian haciendome latir y palpitar mi ano, lo pedi casi a gritos: follame, follame entero, usame a tu antojo, macho! fue entnces cuando me volvio y escupiendose en la mano y en su polla se dispuso a meterme su tranca de hombreton. Comenzó a dilatar mi esfinter aunque ya poco lo necesitaba, metio un dedo, lo giró en redondo dentro de mi, despues dos, despues tres, se que habria podido meterme el puño pero no paso de tres dedos dentro de mi caliente culo. Se cogio la polla con una mano y la llevo hasta la puerta misma de mi ano y con un pequeño movimiento de caderas metio la mitad de su verga dentro de mi, solte aire y me dispuse a recibir la otra mitad, no tardo nada en hacerlo y senti como su miembro golpeaba mi prostata y volviendome loco de placer, sus movimientos acompasados fueron alernandose con giros en redondo mientras yo resoplaba, mi polla babeaba excitadisima mientras él me cabalgaba con sabia maestria y dedicacion, cuando la saco de mi hambriento culo crei enloquecer para volver a hundirla con fuerza de nuevo, repitio muchisimas veces eso y a cada mete-saca me hacia ver la estrellas no de dolor sino de placer absoluto. 

Cuando dejó de hacerlo ya mi agujero estaba sumamente abierto y me tumbó boca arriba, colocando mis piernas sobre sus hombros y volvio a metermela, despues se tumbo boca arriba y me dijo: clavatela entera, me puse en cuclillas y mientras el se agarraba la polla yo fui metiendomela despacio al principio, cabalgando rapidamente despues, de mi polla salia ya un liquido espeso, caliente que caia sobre su ombligo, segui asi largo tiempo, subiendo, bajando, notando su enorme rabo dentro de mi, aceleré el ritmo cuando vi su cara de placer, sus ojos cerrados, su jadeo. Senti el calor de su leche dentro de mi culoy segui y segui, vaciandole los huevos a aquel macho, alzó sus manos y pellizquearon mis pezones, su polla seguia aun tiesa y yo la bombeaba dentro de mi, de mi culo salio un hilillo de semen que el se encargó de recoger con sus dedos y la llevo a mi boca, chupé su nectar y volvi a cabalgarlo, mi orgasmo se acercaba, iba a explotar, de un golpe certero sacó la polla de mi ardiente agujero y me hizo limpiarle la polla con mi lengua avida y caliente, mientras lamia su pene me masturbe, apenas tuve que menearmelo, tanta era mi excitacion que solte mi chorro sobre su polla en un alarido de gozo, esta vez limpie su polla de mi leche, mi leche caliente aun y mezclada con el sabor y el olor de su polla. Ya completamente limpia cai rendido en su ingle mientras acariciaba y me agarraba por la nuca. Nos vestimos sin hablar, apenas si nos miramos. Ya vestidos salimos del camion donde la tarde seguia su ritmo, nos despedimos con un hasta otra y mientras las cigarras cantaban en una tarde de aquel recien estrenado verano.


Dormir con mi Cuñadito

Yo estaba de novio con una niña muy linda. Digo niña porque ella tenía 15 años y su padre me la había prometido. Yo soy de una fuerza de seguridad y entonces tenía 26 años. Como ellos vivían en una zona alejada, a más de 90 kmts de la ciudad, cuando yo iba de visita debía quedarme a dormir en casa de mis futuros suegros en virtud de no contar con medio de transporte propio y no había transporte público tarde en la noche. Así es que iba un viernes en la tarde y me volvía el domingo en la tarde. Es decir que dormía allí dos noches.

Me tocaba dormir con uno de los hermanos más chicos de mi novia de nombre Luis y de unos nueve o diez años. Cada varón tenía habitación propia y como yo no puse nunca objeción, el chico dormía conmigo. O yo con él, como se prefiera.

Siempre tuve por hábito dormir completamente desnudo pero esas dos noches me dejaba el bóxer para no molestar al niño.

A medida que fue pasando el tiempo fuimos tomando confianza entre los dos cuando era la hora de dormir y ya nos hacíamos chistes. Agrego a ello que uno de los hermanos mayores le hacía bromas a Luisito y le decía que era mi señora. En un primer tiempo se molestaba pero poco a poco se fue acostumbrando y aceptaba la broma.

Una noche me di cuenta que el chico siempre se iba primero a la cama y cuando yo me iba a acostar el estaba en cama y miraba cada movimiento o gesto mío hasta que me acostaba y apagaba la luz

Como la cama era pequeña estábamos muy juntos.

Una noche la charla con mi novia se prolongó y también las caricias por lo que me fui a la cama con algo de temperatura. Cuando me acosté me puse de costado, vuelto hacia mi cuñadito. Yo no me podía dormir pero tampoco lo demostraba. Esperaba que el chico se durmiera para aliviarme el dolor de huevos a mano limpia porque ya no podía aguantarme más.

De pronto siento que Luisito se acomoda en la cama girando sobre sí y poniéndose en posición de cucharita, acercando bien la colita a mi zona alborotada. Yo me hice el dormido. Si bien no estaba al palo mi verga estaba inquieta.

Debo decir que no tengo la súper chota pero que la naturaleza me proveyó muy bien para que pueda librar buenos y placenteros combates. En largo y grosor no me quejo, más bien diría que el amigo es más bien ancho, de buena cabeza y con un buen y destacado par de bolas, es decir algo más que una verga estandar. Soy además muy peludo.

Luisito acomodó su popa bien sobre Pascualito que comenzó a cabecear espontáneamente, se desperezó y estiró en todo su largo, dando pequeños saltitos.

Yo creí que el chico se asustaría y se retiraría del lugar pero me equivoqué, más no dije nada porque yo estaba “dormido”. Un par de veces el chico reacomodó el culito provocando que la bestia se saliera por la bragueta, alentada por el olorcito del upite seguramente, já, já.

Como si estuviera dormido el nene llevó una manito detrás y la metió entre los cuerpos quedando su palma extendida sobre el palo mío.

Por un rato la mano quedó quieta, hasta que se convenció que yo estaba dormido. Después palpó, acaricio, reconoció y apretó un poquito. Yo estaba que explotaba de calentura por las caricias a mi pichulina.

Cuando menos lo esperaba Luisito se volvió de espaldas y enseguida comenzó a meterse entre las frazadas y las sábanas, buscando el medio de la cama. Tuve intención de girarme y darle la espalda cuando entendí qué buscaba y a último momento decidí dejarlo hacer y llegado un momento frenarle su avance.

Me despertaba un morbo especial el saber que solo era un crío de 9 o 10 años que cuando palpara bien lo que tenía duro se tomaría el raje. El calorcito de su aliento sobre la cabeza de mi verga me indicó que había llegado a destino. Tan rápido como llegó se metió como pudo la cabeza de mi chota en la boca y chupó hasta hacerla entrar, solo la cabecita, en su boca. Con ella en la boca se quedó quieto.

-Menos mal que estoy limpio, pensé

Luisito estuvo chupando un buen rato muy suave, la cabeza. Después se subió otra vez y buscó la posición primera, la de cucharita. Al parecer se había bajado el calzoncillo porque sentí que mi verga se metía entre sus nalgas suaves y tibias. En mi se da un caso muy particular cuando estoy excitado. Mi verga deja salir un líquido lubricante de manera abundante por lo que enseguida la rayita de Luisito estaba lubricada como para permitir la entrada de mi chota en su culito.

Luisito la ubicó bien en la puertita y comenzó a presionar suavemente con el culito tratando de hacer entrar la cabeza en el agujero del upite. Yo me limité a soportar la presión de la colita sobre la pija pero nunca esperé que le entrara. Grande fue mi sorpresa cuando siento que el orificio se abre y la cabeza comienza a entrar con cierta dificultad hasta que de pronto entró toda de golpe. Sentí como si el cuerpo gimiera al recibir semejante animal y como si Luisito sollozara o se quejara. No resistió mucho tiempo y él solito se la sacó.

Se puso boca abajo y tuve la impresión de que se tocaba el agujerito y trataba de no quejarse, hasta que el dolor remitió. Mientras, yo abrí los botones del calzoncillo mío por si volvía a poner el culito. Si no lo hacía yo rogaba porque me la chupara hasta hacerme acabar.

Un rato después, Luisito volvió a moverse y a ubicar la colita en posición. Como tengo la pija bastante larga, ya lo dije, no se percató que mi calzoncillo estaba abierto en la pretina y un pelín más bajo. Con mi verga rosándole el agujerito y volcando líquido lubricante comenzó a presionar otra vez. Ahora con más cuidado. La cabecita entró con suavidad en su totalidad y se quedó quieto, esperando relajarse y controlar sus nervios. Yo, cada tanto, hacia que el muñeco latiera con fuerza en el upite.

Con movimientos de “dormido” yo le empujaba y sacaba la pija logrando penetrar un poco más cada vez. Calculo que le habrían entrado unos diez o doce centímetros, la mitad de la chota, y le puse la pierna encima y lo abracé, “dormido”. Se quedó quietito pero noté como ajustaba, contraía, el upite alrededor de mi verga. Como quien no quiere la cosa me desperté sin dejar de abrazarlo y sin bajar mi pierna de sobre su colita.

-Luisito, ¿Estás despierto?

-Sí. No tengo sueño

-¿Qué te pasa?

-¿Por qué, Miguel?

-¿Estás durmiendo con el potito al aire, papito?- Le dije con mi boca cerca de la oreja-

-Sí… No vaya a decir nada – Me rogó

-No, yo no digo nada.

A todo esto mientras hablaba con él, inicié un suave mete y saca metiendo un poco mas de mi chota en su culito

- A mí también me gusta dormir desnudo

-¿De verdad?

-De verdad ¿Me dejás que me saque el calzoncillo y me quede en pelotas? Quiero estar desnudo igual a vos

-Pero mañana no vaya a decir nada

. ¿Me lo puedo sacar?

-Sí

Sin modificar en mucho la posición me baje el calzoncillo y con la ayuda de un pié me lo quité dejándolo entre las sábanas. Al abrazarlo de nuevo empujé otro poquito mi pija en su interior y fui consciente que esta vez le dolió un poco

No sé a qué, ni por qué sentía un placer singular por el momento que vivía junto a mi cuñadito. Sabía que estaba mal permitir que siguiera haciéndolo pero la tibieza y suavidad de las nalgas pequeñas, el calor del upite y toda la situación absurda me excitaba sobre manera.

-Ahora ya estoy en pelotas

-¿En serio?

-Sí…Tocame – Llevé su mano y la dejé sobre los pelos de mi pubis y solito tocó los huevos y el pedazo que quedaba afuera de su culito. – Vos no vayas a contar nada, así podemos volver a dormir juntos todos los fines de semana. Si querés podemos acostarnos desnudos todas las veces…
-Bueno
Con suavidad y sin apuro lo seguí cogiendo por el culo. Me di cuenta que cuando mi pecho peludo tocaba su espalda se entregaba más y por eso lo atraje hacia mí, sin parar de cogerlo.

-Luisito no vayas a contar que se me paró la chota

-No

-¿Te molesta que te la pase así por el potito?

-No

-Levantá la pierna y ponela sobre la mía

Prestamente levantó la pierna y la montó sobre la mía. Al hacerlo, su culito quedó más expuesto hacia atrás, más abiertito y yo entré totalmente.

-Huyyyy

-¿Qué pasa?

-Nada, nada.

Por un rato, tratando de que se relajara, me quedé quieto sintiendo los pelos de mi pelvis sellando la entrada del upite.

Tan deliciosamente ajustado sentía mi pene que cuando volví a cogerlo bastaron algunos movimientos de meneo para que mi leche comenzara a salir por la cabeza de la chota inundándole el intestino.

Cuando se la saqué, Luisito se puso el calzoncillo y se dirigió al baño. Después lo hice yo y me lavé. Cuando volví a la cama me quité el calzoncillo de frente a él antes de acostarme. Cuando me vio las bolas sus ojos se abrieron grandotes.

Después de apagar la luz del velador me giré de costado y él busco ponerse en cucharita.

-No. Si te pones así, se me va a parar la chota otra vez – le dije

Se quedó de espaldas y yo puse mi pierna sobre las suyas. El me besó el pecho.

-¿Mañana, mejor? –preguntó

-Hum hu –dije yo, queriendo decir si, seguro

Esa fue la historia que quería contarles. Durante tres años todos los viernes y sábado tuve sexo con Luisito y dejé de hacerlo porque rompí mi noviazgo. En realidad la niña planteó que no me quería y ella rompió conmigo. Desde entonces, por esa cuestión fortuita ocurrida, he tenido enorme cantidad de experiencias con pibes. Incluso después de haberme casado.

Uno solo de tantos, me enloqueció. Era el hijo de un superior, de piel muy suave y boca y colita muy golosas al que se le ocurrió besarme el culo un día mientras me chupaba las bolas.

Desde ese día me dominó. Le gustaba chuparme el culo y era capaz de pacerse largos ratos con su carita metida entre mis cantos. Me ponía tan caliente que después se la daba con todas mis ganas por el culín.

Cuando cumplió los 12 años se me fue con el hermano de la madre, su tío

alejandromagnifico@live.com.ar




Camionero Cargado


Una noche, volvia del trabajo por la ruta hacia mi casa. bastante calor. venia con la ventana baja y la radio encendida, sin camisa, tomando una coca. 
Por costumbre cada vez que voy a pasa un vehiculo siempre hago luces, marco que voy a pasar, y cuando termino de pasdar marco que me coloco en el carril, delante de quien pase. Y si el que pasé me hace luices, respondo de gentileza. 

Esa noche de calor paso un camión enorme, de brasil. Hice luces como siempre. Y el responde marcadamente, es decir, varias veces. Yo le hago señas tambien. Hasta ahi ni había mirado para el interior del camión. Cuando estaba alejandome me hacia flashes con las luces altas y me marcaba que estacionaria. Ahi me entró la curiosidad. Y el corazón empezó a latir mas fuerte. Y bueno, pense... estará perdido... mentira. Me subio una calentura enorme pensar que un macho cansado de viajar quería tener un rato de placer. Baje la velocidad, y cuando se detuvo di la vuelta en la ruta y me estacione detrás de él. Sorpresa cuando me baje. 

El ya estaba abajo, del lado opuesto a la ruta. Estaba orinando. Cuarenta años, alto, remera musculosa blanca y pantalones cortos. Buen cuerpo. Cuando me acerque me di cuenta que tenia tambien buena verga. Le pregunte si necesitaba algo, porque hacia luces. Me miro, y sin guardar su pija simplemente me dijo que tenia tiempo para jugar. ¿A qué? sobran las palabras. le agarre la pija y me la puse en la boca. Fue la unica vez que pude meterla toda dentro de mi boca. Se empalmó rapidamente. Despues de un momento me invito a subir a la cabina. Cerre mi auto y subi casi corriendo. me sente sobre la litera y fue él quien me comió la pija con desesperación. alternamos besos y chupadas de pija. Se tumbo boca abajo en la cama destendida y con olor a sudor. me tire arriba de él y mientras le mordia el cuello y las orejas lo penetré con fuerza. Tenía el culo apretado. cuando yo empujaba el levantaba la cola como queriendo meter hasta las bolas. Me pidió que no acabará. Entonces salí. Se corrio hacia un lado y me dí cuenta que ahora quería cojerme a mi.

Quise resistirme, porque no me gusta mucho, pero me beso los labios, me comio los labios. Y ya no supe mas nada de que queria yo. Me puse en cuatro patas como una perra caliente, y él me cojió con fuerza. Nunca ántes había acabado mientras era penetrado. Manche las sabanas con mi esperma y el siguió cojiendome. en un momento sentí que me acababa dentro. Ni siquiera intente moverme. se aflojo y se dejó caer sobre mi. Y me quede quieto, sintiendo su respiración agitada. la dejo dentro hasta que su pija perdió dureza, y la retiró aún gimiendo. Llegue a mi casa dos horas mas tarde, por supuesto la excusa fue una pinchadura. La pinchadura mas buena que alla tenido en mi vida. 

Ahora cada vez que pasó un camión enb la ruta hago luces. Muchas luces. de vez en cuando, alguo responde... jajajaja


Movie Bondage torture fighting and sex Part 2-3

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Movie At The Strip Club 3

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Movie Breed My White Ass



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